El Mariano que nunca se irá de mí

Creo que siempre fantaseé con desdoblarme de mí mismo para ver las cosas de afuera..Absurdamente, las cosas parecen cobrar otro sentido cuando se las ve desde otra perspectiva...

Abrazando la piedra con la que te tropezás, adoptando el dolor que algunas voces pretenden regalarte...

A ver..anoche me acosté de vuelta para nunca dormirme; el insomnio se me está haciendo una compañía habitual. Dado que nunca me dormí, levantarme fue tan sólo tirarme de la cama. Los sueños los vivo despierto, ya no siento la necesidad del descanso. Puede que por momentos me sienta agotado, pero son los menos. Como iba diciendo, anoche me acosté para nunca dormirme; hoy, me levanté con la decisión de abandonarme un segundo, de ser otro por un instante, de verme con otros ojos. Pálido, flaco, con la boca seca e hinchada...creo que no va a ser un buen día para quien nunca duerme ultimamente.

La comida se hace pesada y hasta cuesta pasarla por el fino hueco que se dibuja en la garganta..Será momento de armar de nuevo, de barajar para ver que me tocó esta vez...

Creo que no estoy bien, no hay que ser un genio o una mente sensible para percibirlo. Ni siquiera tendría que haber hecho falta desprenderme de mí mismo aunque sea por una mañana para verlo...Creo que no estoy bien, creo que es un buen momento para parar, parar para volver a empezar.

Viaje al pasado

Tanta felicidad junta era mucho para mí. Es más, tanta que ya extrañaba esa sensación opuesta de estar mal. No es que me guste, sino que me acompaño durante tanto tiempo que hasta ya era una parte más de mí.

Si bien estoy feliz, hoy volví a sentirme ese viejo yo. Sí, el Mariano de antes. Ese que no vivía la vida, inseguro, miedoso, perseguido, melancólico, tarado, etc.

No sé bien si hay un motivo. De seguro lo hay, pero quizás uno intenta no darle importancia y creer que son sólo sensaciones o pensamientos pasajeros, que en verdad todo esta bien.

En fin, no estoy bien ni tengo muchas ganas de escribir y eso se nota, pero si necesite de este blog para, como en los viejos tiempos, desahogarme un poco.